Despacho ~

Un día cálido, el viento soplaba con calma, mientras que bastantes aves sobrevolaban los cielos de la gran nacion de Kumogakure No Sato. Nada fuera de lo comun pasaba dentro de esta aldea, solo agunas pequeñas conmociones por que un nuevo Kage habia llegado para sustituir al viejo, sin embargo la aldea seguía con su rutina habitual, los comerciantes realizaban grandes ventas, como también estos transportaban mercadería, los restaurantes seguían siendo tan activos como de costumbre y los ciudadanos, como si de otro día como cualquier otro se tratase las calles recorrían.
El nuevo y joven Kage, se encontraba caminando lentamente, mientras que su bolsillo revolvía, en busca de una llave la cual le daba acceso a su nuevo despacho. Sus ojos se encontraban entrecerrados, sus cabellos se movían por la leve brisa, mientras que su vestimenta acompañaba en el movimiento. Este luego de unos minutos caminando, se encontró con un gran edificio, el cual se encontraba en una gran montaña. Este joven miro hacia arriba con completa dejadez, mientras que luego de bajar su cabeza se dirigió hacia la entrada, mientras que luego el joven Kage abrio la puerta, con la llave que había sacado, acto seguido la volvió a cerrar, antes de que un gran camino de escaleras se presentara frente a el. - Jodeme.- Dijo, mientras que la frustración invadía su cuerpo. -Lo primero que haré sera instalar un maldito ascensor.- Dijo, luego de que sin ningún tipo de entusiasmo empezara a recorrer el gran camino de escaleras, sin embargo, en el lapso en el que se encontraba rumbo a su despacho, de su bolsillo izquierdo agarro un paquete de chicles del cual solo uno saco, y los demás los devolvió a donde se encontraban posteriormente. El chicle que había sacado, el cual color negro poseía, a su boca lo dirijo, prosiguiendo a masticarlo de una sutil manera.
Una ves que este a su nuevo despacho por fin llego, este comenzó, por mover algunas cosas que eran de importancia para el, como por ejemplo el televisor. Pasados unos minutos, termino de ordenar el mismo y prosiguió a sentarse en su gran sillón, el cual era muy cómodo y acogedor. Una serie de papeles vio encima de su escritorio y fue por esto que un gran suspiro dio, aunque con una completa actitud pasotista, comenzó a revisar cada uno de ellos, ya que su deber era.

Makoto, quien se encontraba relajándose en su despacho, mascando goma de mascar, estaba en el éxtasis. Su chicle negro, de gustoso sabor, le hacia relajar completamente, salir de su ser y viajar por desconocidos lugares. Su cuerpo se encontraba perfectamente estabilizado con la naturaleza, estaba en la paz absoluta, hasta que una presencia sintió, acercándose al despacho con rapidez. Uno de sus asistentes personales se situó delante de la puerta, sin embargo antes que pudiera tocar la puerta, el joven Raikage ya habia dado la orden en voz alta para que entrara. Su asistente le comento de la carta que había llegado, mientras que luego se retiraba. Este leyó el comunicado que le habian traido y una pequeña sonrisa broto de sus labios, no obstante, este no decidió hacer nada mas que estirar sus piernas sobre su escritorio, agarrar el control de la televisión con sus dedos y pulsar el botón de encendido, acto seguido la misma se prendió y este comenzó a observar la misma , mientras que su persona no esperaba nada en absoluto ni trabajo, ni personas molestas, solo quería relajarse haciendo lo que mas le gusta hacer a este personaje : Nada.