~ [Despacho: Nidaime Kazekage] ~

Es una torre ubicada en el centro de Sunagakure no Sato. Consta de alta vigilancia de diversos ninjas en diferentes techos de casas, siendo estos de dos turnos, algunos por la mañana, otros por la tarde, otros por la noche y al final otros por la mañana, para que los mismos tengan energía en todo momento. El joven Kazekage que se encontraba en la última planta, más específicamente en el techo de aquél gran edificio se encontraba fumando un cigarro con aquél rostro desganado que mostraba en todo momento, aquella chaqueta blanca ondeando como una bandera de lado a lado al igual que su pelo sin mencionar el humo del cigarrillo que era azotado violentamente por aquella brisa que caracterizaba el país del viento. - Tch... Que aburrido. - Mencionó con mucho esfuerzo sin abrir mucho sus labios, puesto que dejaría caer aquél cigarrillo que andaba en sus labios. La parte donde se encontraba su ojo derecho estaba cubierto por un parche negro, que tan solo cubría su ojo por completo y estaba sujeto a la parte trasera de su cabeza, mientras que su brazo derecho igual mantenía unos vendajes que cubrían una especie de artefacto metálico que dejaba en misterio los diez sharingans que portaba en dicho brazo.

Aquél joven Kazekage sujetó aquél cigarro con su mano izquierda para luego realizar un pequeño bostezo y de manera inmediata empezar a caminar hacia la puerta que andaba en aquella azotea, la cual claramente le iba a dar el pase hacia su despacho el cual se encontraba en la tercera planta del gran edificio. Caminando por entre los pasillos de aquél local andaba aquél joven, el cual era bien recibido y saludado por todos sus aldeanos y ninjas guardianes, los cuales a su vez le cedían el paso para que el mismo pase y se dirija hacia su oficina, donde tenía que realizar el trabajo que nunca hacía. - Maldición... No sé para qué acepté este puesto. - Masculló bajito con tono molesto para conseguir entrar al despacho y observar aquél local, un total de dos sofá de tres personas en cada esquina, más dos sillas delante de aquella mesa que portaba el gran sillón del Kazekage. Detrás de aquél sillón tan solo estaba una pared para mayor seguridad mientras que a los lados se encontraba un total de cuatro ventanas, dos a dos metros del sillón del Kazekage y las otras dos a un metro y medio de los sofá para los invitados. Aquella oficina mantenía una flora agradable característica del desierto ya que no podría tener otras plantas diferente en tal temperatura y uno que otro gabinete, en fin... El peli blanco tan solo se dispuso a sentarse en aquél sillón observando de reojo el sombrero de todo Kage que yacía sobre la mesa, ignorando el mismo y cerrando sus ojos para descansar otra vez.

Su recorrido hacia el despacho había sido mínimo, puesto que ya se encontraba llegando a este como si fuese normal. Observaba lentamente la aldea en aquél transcurso y las personas le observaban con asombro puesto que le gustaba cuando este usaba la arena de oro. El chico llevó su mano hacia la cabeza y dejó salir una pequeña sonrisa que dejaba claro que se encontraba bien de que sus aldeanos estuvieran todos bien, sanos y salvos. Por lo pronto al llegar al gran edificio aterrizó en el techo de este, para luego entrar por aquella puerta y dirigirse hacia su despacho... Caminando por aquellos grandes pasillos podía ver a uno de sus shinobis, el cual podría ser de mucha ayuda. - Solicito a uno de los cazadores ANBU. - Dejó salir con tono directo y superior, para que luego aquél sujeto tan solo afirme con su cabeza y desaparezca de la vista del Kazekage, el cual se dirigía hacia su despacho para esperar a el ANBU.

Cuando entró a su despacho pudo notar que aquél ninja no se encontraba, era muy extraño... No podría ser que igual quisiera renegarse, puesto que sería algo que en verdad le molestaría al Kazekage. - Qué más da... - Comentario sin ánimos y cerrando su único ojo visible, puesto que en el derecho se encontraba un parche y su brazo con un artefacto metálico que siempre llevaba puesto a donde se moviera. Por lo pronto Storm tan solo se dispuso a observar su aldea por la ventana, preocupado por todo lo que pasaba en ella... Tendría que ir en búsqueda de aquél ninja tarde o temprano, pero primero tendría que saber de quién se trataba.

El Kazekage andaba pensando en sus futuros planes, cosa que siempre andaba haciendo en momentos de tensión... Recién la academia había aprobado algunos shinibis para Gennins... Y ojalá y estos no crezcan como la bola de renegados mal agradecidos de hoy en día. Dentro de unos momentos había decidido insertar su mano derecha en su bolsillo, para buscar un cigarrillo, pero todos sus planes de fumar llegaban a su fin cuando escuchó aquellos golpes en la puerta y tan solo volteó su rostro hacia quien andaba en la puerta, escuchando aquella voz de chica y más que chica alguien que en verdad le parecía conocida. Y pues al escuchar tal voz tan solo realizó un gesto de sonrisa hacia la peli-roja. - Hace tanto tiempo, Sasu-Chan. - Comentó con tono alegre ya que al fin y al cabo ella no se trataba de otra criminal o aspirante a renegada. - Por favor, pasa... Eres bienvenida. - Concluyó con el mismo tono señalandole una silla y observando aquella vestimenta no muy adecuada pero que al fin eran gustos de la chica.

El Kazekage escuchaba las palabras de una de las kunoichis que podría considerar de más confianza, puesto que eran de las pocas personas en la cual podría depositar un voto de confianza. Aquellas palabras de la chica le causaron gracia, así que tan solo sonrió amablemente ante aquél logro que había hecho aquella chica. - Muchas felicidades, Yoko-Chan. - Dijo con el mismo tono amable observandole con el único ojo visible. La chica como era de suponer se había acercado para algo que en verdad este no sabía, más no la detendría puesto que suponía que tenía aquél derecho. Al estar cerca de la chica tan solo se ruborizó al ver aquél cuerpo frente a él más no hizo ningún y escuchando aquellas palabras lógicas de la chica entre cerró el ojo visible. - Han pasado muchas cosas desde que continuaste tú camino... Yoko-Chan... Pero descuida, no estoy tuerto, tan solo es un ojo que no debo mostrarlo mientras utilizo el normal. - Comentó con tono alegre para luego darle un pequeño toque en la nariz con su dedo indice y sonreírle al mismo tiempo.

El chico escuchó atentamente las palabras de la peli roja, dejando claro que mataría al que le haga daño y pues, de ese modo daba a conocer una gran lealtad hacia la aldea y por sobre todo hacia su Kazekage. Y pues la verdad solo quedaba seguir con aquél rostro amable que muy rara veces solía mostrarle a alguien. - Bien dicho pequeña. - Dijo para responder hacia aquellos deseos que tenía la chica, mientras que cuando el chico le tocó la nariz aquella reaccionó como posiblemente tendría que reaccionar, y tan solo hacia aquellos comentarios y reacción de la chica, el peli blanco sonrió a carcajadas. - jajajaja... No has cambiado. - Dijo para que aquella realizara unos posteriores diálogos y aquella le tomara de los brazos, cosa que a Storm lo dejó sorprendido. - Oee oee, espera pequeña. - Dijo un leve comentario para inclinarse cerca de ella y estando a una distancia muy corta. - Eres una kunoichi de confianza... Abre tus labios para darte el sello de mi confianza. - Dijo con tono alegre, para esperar la reacción de la chica.

El joven Kazekage se encontraba preparandose para insertar el "Sello de Confianza", por lo cual solo observó el rostro de la chica el cual se mostró ruborizado, cosa que tan solo hizo sonreír al Kazekage y forzó a que iniciara aquella técnica de confianza. Un sello de manos se vio realizado por aquél peli blanco, mientras que de un momento a otro empezó a levantar el dedo y a observar el interior de su boca para que al mismo tiempo de un veloz toque este palpe la lengua de la chica con su dedo indice, haciendo un leve impulso pero no muy fuerte y dejando que quede plasmado allí una especie de sello. - Listo, Yoko-Chan. - Dijo con un tono alegre de voz, mientras que luego llevó sus manos hacia aquél parche del ojo, desprendiendo el mismo al instante y cerrando el otro ojo, mostrando al fin y al cabo su sharingan. - Este ojo es el que se encuentra en este lugar, Yoko-Chan. - Sonrió manteniendo aquél ojo abierto y el ojo normal cerrado.

El Kazekage con su rostro de amabilidad permanecía callado, hasta que pudo escuchar la voz de la chica nuevamente. Aquellas palabras hicieron que el chico se sintiera aliviado, pues al parecer nada había cambiado por el hecho de que tenga un ojo implantado ni mucho menos, más había otro secreto, el cual no sería dado a conocer por ahora... Aquél brazo extraño que poseía el Kazekage. - ¿Sexy?, jajajaja... No exageres. - Dijo con un tono divertido para ponerse de pie y ayudar a la misma a realizar la misma acción. - ¿Has estado al tanto de todo lo que a pasado en la aldea?. - Preguntó esta vez con un tono serio mientras se rascaba la cabeza y esperaba alguna respuesta por parte de su compañera en ese entonces.

El Sharingan de tres aspas del Kazkeage había sido mostrado, su vista era excelente, pero en ese instante tan solo observó con aquél ojo rojo como un ninja entraba a su despacho, pero esto no le interesaba aunque había tenido ciertos rumores del examen chunnin, dónde un ninja misterioso era un terco, prepotente y mal educado, y por la actitud del recién llegado era de suponer que era el mismo. Sus ojos se quedaron intactos mirando al sujeto, el cuál empezó a discutir con la pequeña, más solo una gota le paseaba por detrás de la cabeza al Kazekage, viendo aquella situación de desorden. * No me respeta ni a mí... * Pensó para luego realizar una pequeña sonrisa y cargando chakra en sus piernas y en su mano derecha a la vez que su cuerpo desapareció de la vista de todos en el despacho, utilizando la llamada velocidad "luz" del elemento "Jintón (Velocidad)". Pudo aparecer al lado de aquél recién chunnin tocando la cabeza del mismo desde atrás, es decir la nuca de este. - Tranquilo... ¿Hay razones para ser agresivo?. - Dijo en tono alegre mientras que escuchó como la puerta se abría y un ninja aparecía en el despacho, esto le pareció raro, pues traía un cuerpo y este por lo visto era de un ninja de Suna. - Con que ese era el traidor... - Dijo suponiendo que estaba en lo cierto, para luego observar como el mismo sacaba un sharingan desde sus bolsillos. - Entendido... Alianza firmada, no deseo firmar papeles... Basta mi palabra para ello. - Concluyó cubriendo su ojo sharingan y dejando solo abierto el normal, para luego tomar el ojo sharingan y esperar algunas palabras por parte del shinobi.

El Kazekage puso su Sharingan en su Ojo yo me retires dando pasos hacia a atras
y vi una nota, la lei y supe que no podía volver a Oto ya que un Ninja (desconocido por mi) ataco
la aldea y era mas fuerte que el Otokage me puse trizte pero debi buscar una aldea rapidamente
así que, Estaba en suna, nesecitaba una aldea, era obvio que debia entrar a Suna así que volvi a la Oficina gritando unas palabras -.¡Deseo ser de Suna!.- Repeti estas palabras 2 veces y mira al
Kazekage a sus labios por temor a Caer en un genjutsu ya que tenia su Sharingan y tal ves este podria transformarse en un MS en cualquier instante(?)

Off: Si poco rol la Flojera