Noctis, el Mizukage, caminaba tranquilo, cuando llegó a la Gran Entrada de su Aldea, su mera presencia, bastó para que la Niebla se espesase aún más impidiendo la visión a más de unos pocos centímetros. Su gesto era serio y en su cara se podía ver el poder... Sus ojos mostraban dos pupilas muy diferenciadas aunque de origen similar, la del Ojo derecho mostraba el Sharingan, propio de su Clan, sin embargo, en su pupila izquierda se podía diferenciar perfectamente su Ojo recíen adquirido y, el cual le había dotado de un poder aún mayor del que tenía. Noctis se paró a la Entrada de la Aldea y sonrió perversamente, iba a empezar a "purificar" el Mundo y su primer objetivo sería su propia Aldea, del cual era Kage, la gente confiaba en él y era bastante respetado, ya que aunque se sabía de sus anteriores crímenes, siempre los había protegido. Todo eso formaba parte del Plan de Noctis, ya que así nadie intentaría frenarlo, ya que no lo considerarían capaz de hacer semejante acto de crueldad. Preparandose y sin ningun escrúpulo, Noctis levantó las manos lentamente y murmurando el jutsu divino Shinra Tensei como muestra de su nuevo poder, creó ua onda de vacío que en pocos segundos recorrió toda la extensión de la Aldea su ataque fue tan potente que ningún edificio se mantuo en pie. Cuando todo hubo terminando, hasta la niebla haía desaparecido un halo de muerte y destrucción había sacudido toda la Aldea y el único testigo era Noctis, satisfecho con su trabajo y demostrado al fn su poder se marchó por donde había venido, desapareciendo en pocos segundos...