Moka-sama... Me da mucho gusto ver que estas bien. -Le sonríe de manera incompleta al sentir la mano de la Amekage sobre su hombro, volteándose para lograr apreciarla con mayor comodidad, pronunciando sus palabras con tranquila alegría al ver como su situación estaba estable después de todo lo ocurrido, respondiendo luego de entrar en si con algo de pena por la demora en contestar.- Le agradezco, pero no se preocupe por mi que no tengo o tuve mayor ofrecimiento que el asegurar su bienestar.- Musito en tono cordial y tranquilo, esperando a que la dama reaccionara. Pero pronto parece llegar un hombre con una túnica que cubría la mayor parte de su cuerpo a excepción de sus manos y rostro sin que llegase a revelar este ultimo por la sombra que el gorro de la capa le daba, Apenas si era notorio un leve brillo violeta en medio de la oscuridad en su cara, El pelinegro mira a este hombre con seriedad antes de dirigir de nuevo la mirada hacia la Amekage, esta vez en disculpa.- Amekage-sama, lamento mucho tener que posponer nuestro encuentro para otra ocasión, Es preciso que continué mi camino... Le suplico y recomiendo de la manera mas atenta que por favor busque asilo en un sitio de confianza y resguardado, La aldea de la lluvia ah quedado temporalmente vulnerable y seria un riesgo que se quedara aquí, Por favor tenga cuidado... - Se lo hace saber a la dama con cierta seriedad y preocupación mirándole fijo a sus brillantes ojos antes de darse la media vuelta hacia una dirección diferente. - Con su permiso, Amekage-sama, Por favor le pido que considere mis humildes palabras.- Retoma su marcha saltando junto al misterioso hombre recién llegado a la calle y corriendo hacia adentro de la aldea, perdiéndose de vista luego de un breve rato.