Un nuevo amanecer. [Privado - Dominando Yugakure]

El tiempo había llegado, una de las misiones más importantes para la aldea de Otogakure la cual era tan secreta que su único conocedor era el mismísimo Otokage y su aliado, el líder de Kumogakure, era una misión que debía ser cumplida a toda costa si los sueños de aquel sujeto de cabellos largos que repentinamente apareció en un lugar aparentemente desconocido cumpliera sus sueños de crear una gran nación ninja, poderosa, estable y fuerte ante cualquier enemigo, pero para ello, debía hacer algo en este lugar en el que recién llegaba. Su entrada fue bastante extraña, pues no paso por las puertas de revisión de los respectivos ninjas de la aldea, ya que su cuerpo se encontraba a unos 700 metros de altura, sobrevolando por debajo de las nubes con lo que parecía ser un cuerpo tras él, y un pájaro gigante bajo sus pies que era aquella criatura la que le permitía estar a tanta altura. Era el camino animal, una invocación de un extraño y deforme pájaro de tres patas, además de él. Rápidamente al entrar al lugar, el pájaro cayó en picada acelerando su velocidad de vuelo a una bastante sorprendente, se dirigía hacia el edificio más grande de la aldea a toda velocidad, hasta que al acercarse al techo curvo su ruta para dar un giro en “U” y volver hacia las alturas, esta vez… sin uno de los dos sujetos que yacía sobre el animal, pues Ecstasy se había bajado al acercarse aquella criatura al techo del edificio.

Al quedar parado sobre este, un enorme poder, un destello de chakra azulado y brutal recorrió su cuerpo transformándolo velozmente en otra cosa, en una criatura que no era para nada humana, era… era el chakra del Gobi no Irukauma. Cinco colas salieron en la parte trasera de su espalda crecieron velozmente mientras sus dedos formaban garras y una capa de chakra terminaba de domar todo su cuerpo. Una vez en aquel estado, fácilmente llamaría la atención de los shinobis con capacidades sensoriales desarrolladas, pues era una gran cantidad de energía la que ahora fluía por su cuerpo.

Un sonido comenzó a retumbar en la mente de Ecstasy, era el sonido de una canción que lentamente fluía por su cabeza, mientras el levemente ebria los labios para apenas balbucear una que otra palabra con relación a la letra de la canción. Un fuerte grito sino de su boca mientras una niebla comenzaba a recorrer todo en unos 500 kilómetros a la redonda.

¡HOY DECLARO LA GUERRA A LA PAZ, LA TRANQUILIDAD Y LA SANTIDAD DE ESTA ALDEA!

Aquellas palabras retumbaron en los aldeanos de un pueblo pacífico, pues la mayoría de su milicia ciertamente se había retirado al ser declarado una villa únicamente con fines económicos y turísticos. Aun así, había uno que otro sujeto que debía quedarse para proteger a los aldeanos de gente loca como aquel hombre extraño que había recién aparecido.

Un sujeto apareció rápidamente, su velocidad era bastante elevada pues recorrió las calles de la aldea en segundos para posarse frente a la entrada del despacho, a 10 metros de esta mirando hacia arriba y observando a aquella criatura que había declarado guerra posarse en el borde del techo. Era un hombre algo delgado, de estatura promedio y parecía un tanto anciano, rodeando los 60 o 65 años de edad, sin embargo, era interesante su capacidad de movimiento para aquel Otokage. Antes de que siquiera continuara hablando el demonio sobre el techo, el sujeto respondió a aquellas agresivas palabras vociferantes.

Yo soy Guji Okomura, el líder defensor de esta aldea, y antes de apoderarte de todo mi bello hogar vas a tener que matarme…

Susurro apenas en voz baja por su alta edad. Su pierna izquierda se poso hacia adelante mientras la pierna derecha hacia atrás, de medio lado alzo uno de los brazos como si fuera la cola de un escorpión pasándola por sobre su cabeza y su otra mano aun abierta y libre, la coloco curvada al nivel del pecho, formando una especie de “C” que apuntaba en dirección al desconocido atacante de la aldea. Entre los dos había una distancia horizontal de 10 metros aproximadamente, pero verticalmente los distanciaban unos 25 metros. Las miradas se cruzaron, una mirada seria entre cada uno mientras el monstruo abrió los brazos y dio un salto de unos 2 metros para impulsarse hacia abajo en caída libre, justo en dirección hacia el anciano aquel diabólico sujeto se dirigía con su brazo flexionado, preparando un golpe de puño cerrado. Guji respiro profundo, la velocidad incremento, la distancia entre los dos velozmente se acortaba.

Los ojos del anciano se abrieron como un par de platos de gran tamaño. Pero no eran comparados con los ojos del Otokage transformado en bijuu quien se llevo una enorme sorpresa. –Puuuum – un ruido ensordecedor al chocar los puños, una mirada cruzada de sorpresa el uno hacia el otro mientras una onda expansiva movía los cabellos de los dos hombres y la tierra se agrietaba fuertemente bajo los pies de Okomura, quien había recibido el golpe del jinchuriki, y no solo eso, había salido ileso. Puño a puño Ecstasy callo parado quedando frente al hombre, sin detenerse en la pelea dio un giro de 360º agarrando impulso con ello para levantar su pierna y dirigirla hacia el rostro del anciano a una altísima velocidad, quien con dificultad aunque no tanta, logro detenerlo al colocar sus dos brazos. Un golpe así, aun si fuese bloqueándolo, debía mover el cuerpo de quien sea o arrojarle lejos, pero no, este no era el caso. Dio un giro en dirección contraria velozmente para evitar que el viejo tomara de su pierna transformada con el chakra del bijuu que yacía dentro de él. Se inclino levemente y con el brazo flexionado le estiro para dar un fuerte golpe que una vez mas fue bloqueado, impresionando enormemente al ex miembro de Akatsuki. Sin embargo, su objetivo de este tercer ataque cuerpo a cuerpo no era más que un engaño pues con su mano libre una serie de sellos había sido realizada que al terminar, coloco su mano en la boca para a menos de medio metro de distancia cara contra cara, una llamarada surgiera de su boca para incinerar a su contrincante de 65 años de edad. La boca de Guji se abrió, absorbiendo el chakra de la técnica de elemento fuego llamada Katon Karyu Endan, una técnica poderosa de inigualable poder. La llamarada de fuego se veía absorbida velozmente y sellada en su estomago, cosa que impresiono de sobremanera al jinchuriki que ahora quedaba atrapado, pues el anciano había tomado las dos manos del shinobi.

Halo fuertemente para acercar aun más el cuerpo de Ecstasy, quien no podía zafarse de su fuerte agarre, mas no buscaba acortar la distancia para estar cerca por capricho, sino una pierna que se encontraba ahora en el estomago del sujeto de antes cabellos grisáceos y ahora forma demoniaca, aquel pie se supone no haría más efecto que moverle ligeramente, pues su capa de chakra bijuu le protegía en gran medida, sin embargo, paso como cuchillo caliente en mantequilla. Su pierna absorbió el chakra y penetro hasta el verdadero cuerpo del Otokage, soltando sus brazos le envió lejos contra una de las paredes del despacho atravesando esta y derrumbándole.

El anciano una vez más se coloco en su posición de taijutsu inicial, mientras Ecstasy se levantaba adolorido de entre los escombros, regenerando la capa de chakra de bijuu puesto a que un hueco había sido formado en esta. Salió de entre el humo y la neblina que había formado antes de llegar. Al salir de todo ese desastre de rocas y humo, se paró a 7 metros frente a Guji, mirándole fijamente sonrió de medio labio y susurro.

Eres el primero que me golpea en años…

Menciono para desaparecer en un agujero y reaparecer a espaldas del anciano, tomando de su cabeza y matándole, pero ¿Cómo?... le había quitado el alma, un jalón forzoso hizo que el alma del señor saliera de su cuerpo y fuera absorbida por el usuario del Rin’nengan, mientras su cadáver quedaba en el suelo.

Poco tiempo después, la aldea proclamo como líder a Ecstasy, y su unión a Otogakure había sido finalizada. Ahora solo quedaba dominar la siguiente frontera.