La pequeña villa de los indigentes ~ Un oscuro secreto tras todo esto

Una extraña sombra se había colado al país del Agua, enorme país que estaba organizado por diferentes islas y puertos, aquel sujeto de un ojo rojo y otro anillado, se llamaba Ecstasy, pero prefería el apodo de Monster. Tal sujeto alta estatura, cabellos grises y alargados, uñas negras además de unos dientes levemente afilados, había visitado este lugar mucho antes y había decidido quedarse, mas el dinero para pagar el alquiler de la casa en la que se encontraba, se estaba acabando muy rápidamente, por lo que decidió retirarse de tal lugar para formar su propia casa.

El cielo azulado, el sonido del mar que se encontraba muy cerca, las personas gritando y hablando con fuerza en la capital del país, donde curiosamente vivía también el señor Feudal. Todos parecían alterados en tal ciudad, y era debido a que ahí se encontraba una de las fuentes económicas más importantes. Ecstasy caminaba entre las calles, metiéndose entre los callejones para evitar a la multitud, encontrándose con los secretos oscuros del país del agua. La pobreza rondaba, pudo ver numerosos indigentes por el lugar, y ya que tenía planeado hacer una residencia él solo, decidió ayudar a alguien más.

Paso a paso se encontraba con gente sin hogar, familias, por lo que les hablaba con amabilidad y una sonrisa en el rostro, diciendo que si le seguían, les daría un hogar propio, fuera de tanto ajetreo y en un lugar pacifico. Unos cuantos lo siguieron, o mejor dicho, una gran multitud. Un total de 11 familias compuestas por niños indigentes, madres solteras, borrachos viejos y conocidos se habían animado a perseguir a tal extraño.

Sus ojos brillosos, alegres porque no viviría en un lugar desolado si no que iba a crear una pequeña nueva aldea de indigentes le hacían a su vez pasear una sonrisa agradable en su rostro. Camino por un par de horas con los hombres niños y mujeres, unos se quejaban, otros simplemente se aguantaban y hablaban con los demás, mientras que caminaban por las calles, logrando salir de la ciudad principal y encontrándose a las afueras de esta.

Ya sin darse cuenta, el grupo de sujetos junto a Monster habían cruzado una pequeña montaña y se encontraban en las bases de un acantilado, a la orilla de una playa calmada y que poco más adelante se encontraba una pequeña isla con un par de arboles. El lugar tenía su vegetación y estaba a 2 horas de la ciudad principal, tan solo 2 horas de caminata, el tiempo obviamente se disminuiría si se usaban caballos o animales de transporte. Cuando llegaron, los hombres y mujeres adultos comenzaron a alterarse puesto a que no había nada, mas… el joven de ojos extraños menciono con firmeza.

Silencio, calmaos y mirad mi obra…

Sus manos se juntaron a una velocidad despampanante, tan sólo tocando sus dedos tres veces en tres diferentes sellos, que hicieron temblar el suelo levemente. De este a pocos minutos, comenzaron a alzarse los cimientos de una serie de seis casas. Una gota de sudor corrió la frente del chico de pelos grises y alargados, para nuevamente juntar sus manos en una segunda serie de sellos y dar a formar otras seis casas, distribuidas en el acantilado cerca de la playa y el mar, y una de estas salió curiosamente en la isla desolada. Las casas de cristal tomaron color, habitaciones se formaron dentro y sus techos se habían terminado de crear.

Aquí tienen, una casa para cada familia, un hogar para cada uno de ustedes. Son los privilegiados de vivir bajo mi protección… yo… yo seré vuestro defensor.

Susurro para cargar chakra en sus pies y tocar el agua, caminando sobre esta, lentamente se alejo de estos mientras a la lejanía vociferaba.

Buscad trabajo, conseguid comida y venid aquí, este será su nuevo hogar, libre de todo impuesto, libre de todo peligro, libre de toda horrible multitud…

Ya pocos minutos de caminar sobre el agua, sus pies tocaron la isla desolada por lo que un simple y largo salto permitió alcanzar la puerta de su nuevo hogar, abriéndola y adentrándose en este para así no ser molestado…