Llegue a la aldea después de aquella reunión Kage un poco pesada decidí regresar no había mucho que hacer en ese lugar, abrí la puerta de mi despacho -Todo esta como lo deje- entre y me senté en mi escritorio, di un leve suspiro y luego, vi los montones de papeles que había en ese lugar tenia que revisar uno por uno, ya no me quedaban mas esperanzas ya que no había nadie en esta aldea y eso era un poco deprimente, revise , leí entendí cada uno de estos papeles solo tenia que poner unos cuantas sellos para estar libre pero eran muchos ya era una buena ausencia en este lugar parecía mas que la aldea de la aldea un maldito desierto mire por la ventana cuantas veces se me hacia posible pero no había nadie tal vez era yo pero no quería dejar para nada mi aldea, la aldea que ya había sido dejada por muchos de lo integrantes, algunos de los papeles solo me daban mas ideas para irme de aquel lugar pero no quería nada de eso cada papel decía algo importante haci que lo tenia que leer paso por paso aunque no muchas veces me concentraba en lo que decía aquel papel -Todavía me quedan las esperanzas de los que viven en esta aldea- eso me daba un poco mas de fuerzas para seguir mi asiento no era muy cómodo pero estaba ahí por gusto por un momento me puse a pensar que seria si Kimimaro todavía estuviera en este lugar nunca hubiera sucedido nada malo, se me bajan los ánimos de nuevo pero seguía con esos papeles amontonados en mi escritorio y también en el suelo, tenia un poco de sueño, ya que mi viaje desde la aldea del Raikage hasta acá era muy pesado pero sabia que no debía de dormir en momentos como estos... ahora que lo recordaba no me había despedido de nadie, ni de los Kages que me habían acompañado aquella vez