Pequeño encuentro

- Me pregunto… ¿Qué será aquello con lo el destino me cobrara este favor? – Murmura con la suavidad con la que el viento mecía sus negros cabellos en plena libertad, bajo este hermoso día cuya luz iluminaba el despejado y claro cielo como las violáceas pupilas del hombre que con lentitud se acercaba a la banca donde la hermosa joven de oscura y extensa caballera descansaba, con cuidado para no despertar la inquietud de la dama. – Este enorme que me hizo al permitirme encontrarla, Mi Yoko, Solo espero que no sea con mi vida… Por que con sinceridad deseo quedarme aquí, para mirarla un poco mas.- La sutil expresión de su rostro se mezcla con cierta preocupación de pensarlo de ese modo, Sus ojos violetas se enfocan apaciguados sobre los carmesí en ella para presentarse con una lenta y cordial reverencia.- Mikatsuki Todokanai… Para servirle, es un honor y un placer conocerla, mi Yoko… -Levanta la mirada dejando recta su postura para no ocultarle nada a la dama, revelando su tez apacible y feliz revelando con sinceridad cuanto le alegraba al fin verle, observando tranquilamente a detalle cada facción en el bello rostro de la joven recorriéndole centímetro a centímetro con sus ojos. -

- El placer es todo mio señorita Le'Cromwell, No tengo palabras para describir la dicha que es para mi compartir el mismo espacio y cielo.- Cada palabra la usa de manera explicita y cordial, una entonación muy suave y la mira con suma tranquilidad como si fuese una persona recurrente para el, tiñendo sus ojos de un templado y elegante encanto, Dirigiendo su andar hacia ella siendo perceptible lo desconcertada que estaba al hablarle, no le extrañaba no figurar en los recuerdos de la hermosa dama por lo poco o nula que era conocida su vanal existencia, Poco a poco inclinando sus rodillas para sentarse sobre de estas en el húmedo prefiriéndolo este lugar en vez del espacio sobrante de la banca en la cual se sentaba apacible la dama de cabellos negros, Con el único motivo de poder estar frente a ella para que fuese posible mirarla sin obstrucciones mediante esta posición que denotaba el respeto que tenia hacia ella. El apoya débilmente sus manos en sobre sus rodillas alzando con tenuidad su rostro para reintegrarse a la conversación.- Aunque a decir verdad el lugar donde la encuentre es lo de menos, poco importa el paisaje cuando uno mira unos ojos carmesí tan profundos como los suyos señorita Le'Cromwell, Si me lo permite... -Finaliza con una encantadora sonrisa y entonación cerrando sus ojos muy sutilmente. esperando a que no tomase como impropio la mención que acababa de hacer, solo quería comunicar cuan hermosos le parecían esos ojos. - Pero creo que debo silenciar esta voz que aclama sus ojos hermosos o seguramente terminare por ocasionarle molestias que con sinceridad no planeo causar, discúlpeme señorita Le'Cromwell.