+ Bekka ~ Actualización ♥

+ Desde los cinco años, siempre tuvo en mente ser una mocosa rara y psicópata para los demás, mostrándose así de manera ''loca'' ante cualquiera. Solía tener la manía de preguntarle inocentemente a cualquier ser que viera, si le permitía cortarle y saborear la sangre de este solo por simple curiosidad y diversión, claro que ella siempre recibía una negación y era obvia la respuesta que ella esperaba, pues solo quería saciar su aburrimiento... Ademas en esos tiempos creía que cada persona tendría sabor diferente en su sangre, depende el tipo de persona que sea... Tan solo un pensamiento estúpido que se le ocurrió a esa edad. Mama y papa estaban muy ocupados tratando de librarse y quitarse de encima ''semejante'' problema de tener una hija como ella, ya que esperaban a la niñita que veía todo de color rosa y toda su vida era jugar con muñecas y dejar que mami le peinara como ella deseara, por así decirlo. Ambos parientes apresuraron el tema para no tener mas la custodia de ella, cuando mato a un perrito regalado por su tía, solo porque la niña estaba muy aburrida. Los padres recibieron una respuesta poco esperada ''El bicho peludo solo sabia ladrar y chuparme el rostro... No era divertido... ¿A ustedes les parecía divertido?''. Ya a los doce años, por ''suerte'' de los padres pudieron hospedarla en un hospital psiquiátrico de alta seguridad, en el cual estuvo en una supuesta rehabilitación durante seis años. Nadie venia a visitarla, ni siquiera sus propios familiares. Al ser mayor de edad, ya podía tomar las decisiones de su vida, y al parecer los médicos deducían que ya no era necesaria su presencia en aquel lugar, dando por hecho que su problema estaba ''resuelto''. Ella misma ahora demostrando ser alguien seria y serena, decidió quedarse un año mas allí dando a entender a los doctores que ella misma pensaba que aún no había sido demasiada ayuda la que le habrían otorgado y al parecer le interesaba cambiar o al menos eso quería creer. El año paso rápido, y su libertad estaba asegurada y ya a sus veinte años podría disfrutar realmente de la vida... A su manera. Sinceramente, ella sabia que la ayuda había sido todo un fracaso, pues siempre fingía que cada día mejoraba su forma de ser, comportándose de una manera estúpida siendo alguien de ''buen'' corazón. Luego de unos días, se marcho de su aldea con una gran sonrisa en su rostro sabiendo que una nueva vida recién comenzaba. Conoció a Yoko, su actual jefa y ''mejor'' amiga, con la cual siempre compartía los mismos pensamientos. La líder Akatsuki, amiga suya... Realmente era muy gracioso, sabia que era una organización muy temida en su aldea y en muchas mas, y ella solo veía a una linda niña juguetona. A meses de conocerse, ella le ofreció unirse y nisiquiera lo pensó, ya que si se unía estaría con la muchacha y eso le causaba emoción, sabiendo muy bien que le esperaba la vida que siempre quiso y tendría oportunidad de saborear lo que nunca pudo disfrutar. ♥